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viernes, 12 de diciembre de 2014

TECLAS MUERTAS.

 
TECLAS MUERTAS.

“Sé muy bien de qué estoy escapando pero no qué es lo que estoy buscando”. – Michel de Montaigne

Pilar Gorricho
 
 
No negaré que este silencio
morando en la cautelosa niebla
esconde teclas muertas.
Acampó en la solitaria fogata del ser
y cubrió  de espasmos sobresaltados
la codicia del vinculo.

Hablo para no escucharme.
Hablo y hablo,
el silencio es la guerra.

Mi bolso también habla:
 pide tormentas
tras el abochornado aliento
y en otros bolsos llueve.
-efímeros  pitidos iconográficos
síndrome de abstinencia de uno mismo-
El conformismo se hace emblema
virtual,
 entre teclas muertas.

¿Seguro que sabes de redes
lo suficiente para recalar
en otros mares?

Mis versos piden caudales ególatras
y fenecen en ríos olvidados.
Hablo y tecleo, tecleo y hablo.

No negaré,
 que el silencio
es vela descansando entre mis manos de agua.
Me agota el tiempo detenido y las cenizas
vertidas en un campanario sin preces.
Todo pide su lugar en el imperio
del alfabeto mensajero,
 nadie quiere ser mortal
nadie olvidado, nadie señalado
por el acusativo dedo de la obsoleto.

Por eso...
hablo para no escucharme.

Nada se queda sin legendario rastro
en el relieve masivo de lo oculto.
Lenguas de terciopelo piden panes
y en el horno de otro paladar
kilos de fécula fermentan.

La ciudad se engomina los sesos:
que no contradicen el pueril espíritu de la huida.
Todo no es otorgado imperativo, raudo.

Pregunto a la calles
mi nombre:
algunas me contestan,
girando a la derecha
la primera señal donde ocultas tus cicatrices.

Pregunto a las lenguas mi nombre:
algunas me contestan,
girando sobre ti misma
la señal,
"Usted no tiene la prioridad"
y sigo buscando
y sigo hablando.
 
 
 

 
Cecilio Barragán.

1 comentario:

  1. A mi me pasa lo mismo, pero me estoy cansando de buscar...
    Precioso blog.
    Un beso.

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