Desiertos…
(1/4).
Pilar Gorricho
que los hombres han olvidado o al menos descuidado ( Martin Luther King)
El desierto redime nuestro espíritu y lo hace suyo.
En días áridos como estos,
te susurré desde el silencio del polvo.
No era tu tiempo,
quizás tampoco el mío.
Escucha con eruditos ojos:
aquí la brisa no sabe
de su metamorfosis en ventisca
y ya sabe del puro amor.
Respira el puro amor,
del pórtico lunar.
Haz de tu ignorancia destello eterno
y respira,
tan solo respira.
Ama, puro amor,
cuando el tiempo sea bastardo hijo
del primer hombre
y el vestigio de la huella te hable
de lo absoluto.
Desiertos… (1/4). Cecilio
Barragán
“La plegaria es el primer y último
recurso para sacrificar el ser en los distintos senderos de la vida.” Gandhi
.
Desde la geografía de un tardío
crepúsculo
retorno a casa con los pies enfermos.
No soy de la niebla del asfalto, espíritu suplicante
de polifónicas rutinas.
Sabía que esta no era mi casa cuando vislumbré
que hasta el impertinente verde del bosque,
se desmoronaba en esta guerra
de mediocres orfandades.
Hombres de barro con ojos de muerte,
(primigenio madrigal de mi esencia)
amputaban la puerta del planeta.
Sus insolentes muecas, no resignaron mis pensamientos.
Tierra sedienta, honra mi despertar entre el granito de tu entraña.
Desoye las lacras de mi mente habituadas al agua homogénea,
a la trinchera, al indigente peine espiritual, al fatuo oropel,
al moho del escrúpulo, al desgastado cuerpo que habito.
Sonríe a mi espíritu, boca con la que callaron los profetas.
Arengas desgranadas en el oasis de tu promesa.
Tierra ¡oh tierra! de pulmones agrietados, mi esencia te pertenece.
Quería redimir objetos y me cubrí de tu totalidad de luna.
Amo lo tangible, sinuoso tu enérgico espacio.
Amo tus puertas de luces. Amor puro me llama.
Lo terrenal es una babosa pegada al espacio de mi ser.
Me saqué del pecho todas las tejas vanas, los elementos, la piedra, el rayo
las diamantinas ofrendas, las espadas y los grilletes.
Dona fragmentos de tu nómada paz a estas alcantarillas de mi alma.
Atravesando la materia, amo tu despertar rojo.
Desiertos… (2/4). Cecilio
Barragán
Desiertos… (3/4). Pilar Gorricho
Tierra ¡oh tierra!
tus puertas de luna entornada, tu kilométrica sed, el dromedario
de tu garganta de fuego.
Amo tu puro amor, fructífera materia que me regenera.
Libero estrellas trashumantes desde tus dunas.
Soñador es el ojo en tu sapiencia, bebo tus ocres átomos extraviados.
Egos de aurora boreal. Acordes circulares soplan del grito tuareg,
reventado el silencio de túnica azulada.
Inhóspita resuena la voz en tu yermo. Renueva los astros, centinela de Dios.
La voz clama en el desierto; preparad vidas al lenguaje del cielo.
Conciencia de una suplica que me nombra
reposo lo divino, sin la fútil sorpresa de la tiniebla.
El ser que yo soy:
profeta dorado con ojos calizos,
rompe la forma con solo nombrarla.
El tiempo, misterio verde de esperanza,
es un anciano de roja barba moribundo sin mirada.
Ave patrullando tu aridez. Milagro que en el día prometido
implorará en tus mesetas la obscena ventura de sentirse sagrado.
Y me acoges, y me amas,
tierra ¡oh tierra!
amor puro respiro de ti,
Tú, tierra de cielos agrietados
de rosas cristalinas,
tú que apenas tienes ni agua,
has purificado este baldío lamento
sin pedirme a cambio nada.
Desiertos… (3/4).
Pilar Gorricho
Hay una grieta, una grieta en todo, por ahí entra la luz ( Leonard Cohen)
Vas dando a luz
placenta de la luna.
Bizarra tú ardes.
Arriba lloran astros;
cenizas del secreto.
Misterio altivo
no dejes de mirarme.
Nacen las lenguas.
¿Sabes del grito
que cubre tu silencio?
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